Cada mañana Margarita López se levanta para ayudar a su hijo Emilio que padece de parálisis cerebral, a alistarse para ir a la su escuela de adultos. Después de prepáralo para sus clases ella se prepara para las suyas. A sus 58 años es una estudiante de psicología en la Universidad del Sur de California (USC).
Para Margarita López la educación siempre fue importante y esto es lo que les inculcó a sus 8 hijos. Pero por qué se casó a una corta edad cuenta que para ella: “lo tuve que posponer porque elegí tener una familia y quería dedicar mi tiempo a ellos”.
Gracias a los esfuerzos de esta madre, sus hijos pudieron sobresalir en la escuela. Una de sus hijas, Milanca se graduó como una de las mejores de su preparatoria, a pesar de haber tenido un hijo a los 16 años. Esta joven luego cursó en la Universidad de Berkeley, en ese tiempo animando a su madre a que también continuara su educación.
Desafortunadamente un accidente de transito cortó la vida de su hija y nieto corta, pero en sus momentos de tristeza Margarita volvió a leer los mensajes que su hija le había mandado. Le decía “es tu turno”, y en esos momentos sintió que tenía que regresar a la escuela en honor a su hija y nieto “definitivamente fue una señal. Era una señal de que necesitaba terminar un sueño que tuve durante tanto tiempo”.
Llegó con miedo al colegio de Santa Mónica, pero con el apoyo de su familia después de varios años de estudio este 2018 se graduó con su título y ahora es una estudiante en USC.
Esta madre sobresaliente espera llegar a ser una consejera en su comunidad un día. Ella comparte, “la educación es importante porque es la única manera en que alguien como yo, una mujer latina puede ser escuchada”.