EL candidato republicano, Donald Trump, recientemente ha moderado su tono al hablar de la inmigración, prometiendo que será “justo pero firme”. Muchos activistas atribuyen este cambio de opinión a que intenta ganarse el voto de las minorías ya que sigue bajando en las encuestas de la campaña.

Sin embargo, una nueva encuesta del Centro PEW demuestra que una gran mayoría de americanos están rechazando las posturas de Donald Trump acerca de la inmigración. La mayoría de las personas encuestadas sienten que los inmigrantes indocumentados toman trabajos que ciudadanos no quieren, son honestos y trabajadores, y creen que no son más probables de cometer un crimen serio que un ciudadano. El 61 porciento rechaza la idea de crear un muro entre la frontera de México y los EE.UU., un punto central en el plan migratorio de Trump si se convierte en el siguiente presidente.

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Más estadounidenses dicen que mejorando la seguridad en la frontera y un camino a la ciudadanía debe tener la misma prioridad, en vez de favorecer el enfoque individual en uno más que el otro. La encuesta también demuestra que entre los seguidores de Trump se han reportado puntos de vista positivos sobre los inmigrantes indocumentados.

El magnate convertido candidato presidencial para el partido republicano ha basado su campaña en la retórica anti-inmigrante.  En el 2015, Trump famosamente dijo, “Cuando México envía su gente, no están enviando a los mejores… Están enviando a personas que tienen un muchos problemas, y ellos están trayéndonos esos problemas. Ellos traen las drogas, traen el crimen. Son violadores”.

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Ahora, Trump ha moderado su retorica anti-inmigrante pero tal vez ya sea demasiado tarde.